
Frente a los momentos difíciles los seres humanos sienten el deseo de rendirse y comienzan a sentir lástima de ti mismo, se desaniman y tienden a auto compadecerte y a abandonar lo que han emprendido. Pero deténgase, y piensa acerca de lo que Jesús sufrió por todos nosotros, su muerte pareció un fracaso a sus discípulos, los que luego también padecieron, dando el cristianismo la impresión de no ser efectivo o de desaparecer; no obstante muchos a través de la historia se llenaron de fe, esperanza, valentía y sobre todo del poder del Espíritu Santo renaciéndoles la esperanza en la dificultad.
Cuando pienses acerca de los problemas que afectan tu vida, ataquen tu salud, tu economía, tu familia y el ambiente quizás no sea el óptimo en tu congregación, piensa en el abuso y la crueldad que Cristo experimentó no para Su beneficio, sino por el tuyo.
Al emprender algo en tu vida quizás tienes que pensar que no todo será color de rosa, y que desde el inicio atravieses por algunos desafíos desalentadores, pero en ese periodo de pruebas es que debes accionar tu fe y demostrar de que calidad espiritual estás hecho, te aseguro que al final de la prueba, cualquiera que esta sea, entonces por tu fe fortalecida por el Espíritu Santo, darás paso a tu propósito como un rio arrollador, en un cause de preocupaciones e incertidumbres y depositándose en el mar de la tranquilidad.
Claro, es fácil confiar en Dios cuando todo va a tu manera, cuando has estado sin trabajo durante un año o más y tu cheque de compensación llega mes a mes, cuando tu salud esta quebrantada y las medicinas están sobre tu mesa o cuando alguien en quien has confiado salió de tu vida y aun te visita. Pero que difícil es confiar en el Señor cuando no sabes de dónde obtendrás el dinero, ni como te promoverás de medicamentos o ese ser amado no regresara mas, así que difícil es confiar en Dios.
Pero esto es solo una pruebas y pasara obteniendo regocijo si confías en el Señor. Ahora, ¿Vas a persistir? o ¿Te echaras sobre una cama a llorar? ¿Qué vas a ser? Creo que lo que has iniciado lo necesitas terminar confiando en Dios para que te ayude, así podrás superar tu prueba y luego cantar de tu victoria en alabanza. ¡A Dios sea la gloria!.