
Recursos


La mayoría de los cristianos saben que deberían ahorrar e invertir para la jubilación o la discapacidad. Pero a muchos les resulta difícil adoptar una teología práctica para administrar su dinero, especialmente cuando se trata de ahorrar e invertir porque se piensa que es carente de la fe en Dios como proveedor y sustentador.
Es difícil, porque algunos promueven una vida de negación, evitando cualquier bien vivir o ahorrar personalmente no atendiendo que el Proverbios 21:5 expone“:Los pensamientos del diligente ciertamente tienden a la abundancia”. Aquí hay seis principios bíblicos básicos que te pueden ayudar.
1. Ahorrar para las necesidades futuras es bíblico.
Algunos cristianos no ahorran para la jubilación porque creen que es desobediencia por lo general citan Mateo. 6:19-20 que dice “19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.), Cuando invierten o gastan se sienten culpables por quedarse con dinero cuando otros tienen tanta necesidad. Otros creen que no es necesario porque Dios cuidará de ellos “4 Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.” (Isaias. 46:4). Y a algunos les gustaría ahorrar, pero gastan todo lo que ganan “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra. (Proverbios. 13:18).
2. El ahorro honra a Dios y sirve a los demás.
Sería fácil pensar en el ahorro como una actividad puramente egoísta. Pero no, como ya hemos considerado la enseñanza de la hormiga es esencial para considerar nuestra propia existencia.
De hecho en los evangelio se nos dice: “Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes». El libro de Deuteronomio 15:10 dice “No seas mezquino, sino generoso, y así el Señor tu Dios bendecirá todos tus trabajos y todo lo que emprendas”
Ahorrar honra a Dios, porque es valorar razonablemente el dinero, el cual es un regalo que Él nos ha dado dice el apóstol Santiago “ Mis queridos hermanos, no se engañen. Toda buena dádiva y toda perfecta bendición descienden de lo alto,” (Santiago 1:16-17)) En lugar de gastar sin planear, con impulsividad e insensatez, sin embargo el ahorro sabio demuestra la importancia de administrar nuestros dones. “ Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó “ (Lucas 12:47).
3. Posponer las cosas es un error.
Todos tendemos a posponer las cosas. Esa costumbre de postergar las cosas es un error porque significa que anticipadamente perderás tu fuerza en momentos de necesidad. Por el contario, el ahorro es una de las fuerzas financieras más potentes porque genera intereses libres de impuestos, o ganar interés sobre intereses. La mayoría de las personas aplazan el ahorrar porque creen que ahorrar no es importante. Más bien esperan tener más ingresos disponibles en el futuro, pero en todo tiempo se tienen necesidades apremiantes que necesitan solventar, y eso se puede hacer posible con el ahorro.
4. La deuda es debilitante.
La Biblia no guarda silencio acerca de la deuda. Obviamente no había tarjetas Visa ni préstamos para automóviles en el tiempo de Jesús, pero el crédito y el préstamo formaban parte del panorama económico. La Biblia no prohíbe estrictamente la deuda, pero sí caracteriza la deuda como una forma de esclavitud” El rico se enseñorea de los pobres; y el que toma prestado es siervo del que presta. (Proverbios. 22:7).
5. La inversión sabia es correcta y buena.
Invertir puede ser en cualquier empresa o negocio y no solamente dinero, puede ser tiempo, conocimientos o talentos y no necesariamente ser corredor de bolsa de valores. Tal inversión es especulativa porque equivale a apostarle a empresas o eventos futuros, y en la mayoría de las veces si no sabes jugar en esaa bolsa puedes llegar a perder más de lo que se ganas con tu intervención. Invertir en la bolsa en realidad es recomendable si se hace sabiamente. ” Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses”. »Después ordenó: “Quítenle las mil monedas y dénselas al que tiene las diez mil. Porque a todo el que tiene se le dará más y tendrá en abundancia. Al que no tiene hasta lo que tiene se le quitará”” Mateo 25:27
6. El ahorro puede traer tentaciones. Podemos sentirnos tentados a ahorrar por razones equivocadas, por miedo y avaricia, o por un deseo de independencia de los demás.Si ahorras por miedo, entonces no estás confiando en Dios.

En este escrito daremos algunos principios bíblicos fundamentales y algunos consejos personales para salir adelante financieramente. “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel”. (1 Cor. 4:2)
1. Entregue tus posesiones a Dios.
Si eres creyente, tienes que reconocer que eres mayordomo de las posesiones que Dios ha depositado en tus manos. Si no eres creyente, de todas maneras comprende que nada trajiste a este mundo y sin duda alguna, nada te llevaras. En otras palabras lo que tienes es prestado. Por tanto el depositar y confiar tus posesiones a manos del Señor serán el mejor seguro de resguardo.
2. Libérese de las deudas.
Por supuesto hay deudas ineludibles por su costo, una casa, un automóvil, los estudios una atención médica necesaria ete Ahora bien, todos los sistemas de crédito ofrecen libertad financiera, comprar al crédito, pagar mas tarde, como bajar los intereses de tu hipoteca, pero el costo de hacerlo alarga el plan inicial de pago. Consolidar deudas es bueno, pero el costo de intereses muchas veces es alto por el riego que corren esas financiadoras etc. El problema no está en lo que te entregan de dinero sino en lo que harás con el que te den. El apóstol Pedro dice “Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció”. (2 Pedro 2:19)
He aquí un plan para librase de las deudas.
Antes cuídate de sus hábitos negativos. Antes que de que quede esclavo de las deudas, sería conveniente que analizara los hábitos negativos que ha desarrollado y que empezara a cambiar la forma en que administra el dinero. Si su respuesta es sí a cualquiera de las siguientes preguntas, es posible que usted tenga problemas con sus adeudos.
¿Sólo paga el mínimo de su saldo de la tarjeta de crédito?
¿Pide adelantos de efectivo de su tarjeta de crédito para pagar otros gastos?
¿No lleva al día los saldos de su chequera? ¿Utiliza sus ahorros para pagar su tarjeta de crédito?
¿Hace sus pagos después de su vencimiento?
¿Evita abrir su correspondencia?
¿ No queda algo de dinero en su banco después de pagar sus deudas? ¿Espera hasta el último momento para pagar sus impuestos?
Por tanto para salir de tu atadura financiera.
a) Confeccione un plan de pagos. “La mano de los diligentes señoreará; mas la negligencia será tributaria”. (Proverbios 12:24) Bien puede pagar el mínimo en las que menos deuda tenga mientras le dure la crisis, pero agilice en todo lo que pueda las de mayor deuda y que le incluyan también mayores intereses.
b) Vigile sus gastos. Mantén en mente tu libertad financiera y que no gaste más de sus ingresos o lo que pueda pagar al crédito. ( Los gastos los puede clasificar) b1- Pagos fijos. Comience con su diezmo, su hipoteca, su carro, sus impuestos y compromisos ya establecidos.
b2- Pagos variables. El combustible de su auto, sus tarjetas de crédito, sus compromisos personales.
b3- Gastos varios. Todo lo que tenga que ver con sus necesidades o no incluyendo un tanto de esparcimiento.
c) Establezca claramente la diferencia entre necesidades
c1- Necesidades de primer orden. Su alimentación necesaria de manera balanceada y justa. (Arroz, frijoles, carnes, huevos, leche, pan y aceite. etc ) El pago de su hipoteca, seguros de salud y medicinas, carro, luz, agua, telefono y deudas en las que pueda perder sus bienes.
c2- Necesidades básicas. Alimentación secundaria como vegetales, quesos y mantequilla, potería y gaseosas. etc. Ahorro
c3- Necesidades básicas de tercer orden. Ropa y Zapatos, estrictamente lo que necesite mientras persista la situación.
d) Haga un alto a sus gustos, lujos y excesos.
Tome la virtud de pensar siempre antes de gastar. 11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. 12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4:11
e)Haga un alto a las compras compulsivas por tarjetas de crédito. Menos de $50.00 no vale la pena cargarlas a las tarjetas a menos de que las pague en el término inmediato. Antes de comprar con tarjeta por muy de oferta que estén las cosas pregúntese: ¿Lo necesito? Me beneficiará de inmediato o lo guardaré para mas tarde.
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